Del último vídeo que hicimos, para anunciar y conmemorar la nueva web de laslaminas.es, me gusta particularmente la imagen del coronavirus y la cúpula Geodésica.
Dibujé o diseñé, ex profeso y en el último momento para el vídeo, ese coronavirus-Cúpula Geodésica para dejar patente que el lanzamiento de la nueva web y el anuncio en vídeo se llevaron a cabo durante esta época de encierro tan extraña. El tema me tiene muy interesado desde antes de empezar el confinamiento que sufrimos a finales del otoño y principios de la primavera 2020.
No es tontería que los virus tienen estructuras geométricas tan regulares como los sólidos platónicos o las cúpulas geodésicas (1). Después dibujar las primeras estructuras geométricas de las imágenes disponibles de Coronavirus encontré un artículo (2) en el que se trataba el tema, asociando tal y como yo pensé las estructuras de Buckminster Fuller a las estructuras moleculares de los virus.
La estructura poliédrica-regular de los virus no es nada nuevo (o de 1962) . En 5º de EGB me explicaron lo que era un virus ilustrándolo con Bacteriophage (que por cierto, tiene pinta de ser mucho más maligno que un coronavirus, aunque no creo que lo sea) cuya cápsida es icosaédrica.
Parafraseando a Platón en el Timeo: el tetraedro es el fuego, porqué su forma puntiaguda o afilada es como las llamas, el octaedro por su apariencia ligera o liviana es el aire, el cubo la tierra por su estabilidad y el icosaedro el agua porque de los cuatro es el que mejor puede rodar como el agua fluye por los ríos.
El Dodecaedro todavía no se conocía en época de Platón, es más rebuscado por sus caras pentagonales en comparación con triángulos o cuadrados de las caras de los otros cuatro.
Fueron los Pitagóricos los que descubireron el Dodecaedro asignándole el éter (el quinto elemento, la materia del universo, la quintaesencia).
Pues hecho este repaso, volviendo al siglo XX, ya con microscópios y menos mística en las investigaciones y el intelecto, llega Buckminster Fuller para aproximar los platónicos a la perfección esférica, en la decada de los 50, con las cípulas geodésicas. Justo al mismo tiempo se desarrolla la cúpula geodésica, como sólido geométrico, desde el campo de la arquitectura los químicos y biólogos descubren esta misma estructura en los virus en la forma en que se distribuyen las proteinas sobre la superficie.
Estas proteinas o espículas (spikes o pleplomer) se distribuyen de distintas formas y con variadas combinaciones definidas precisamente por las mutaciones que alteran a los virus y que dificultan la consecución de las vacunas.
A partir de aquí existen otras muchas estructuras geométricas para virus, más allá de las cúpulas geodésicas y el icosaedro, a cada cual más bella. En esta página, «The beauty of Virus«, se presentan 4 tipos de virus con un vídeo explicativo para cada uno y una representación geométrica interactiva para observar en 3D la estructura. Por supuesto también hay virus muy feos. Pero eso ya es otra historia.
(1) Artículo en La revista National Geográfic.
(2) Artículo en inglés, sobre la geometría de los Virus de D.L.D. Caspar y A. Klug.
The illuminating Geometry of Virus es un artículo, en inglés también, que hace referencia al anterior, sobre la relación entre la geometría y la función y comportamiento de los virus.
Artículo: Puzzles estructurales resueltos en virologia con un diseño icosaédrico